A sus 65 años, Cacho, dedicó la mitad de sus años de vida al servicio del Oberá Tenis Club (OTC) encargándose del mantenimiento en general, arreglo de las canchas de tenis y la pileta, hasta fue guardavida. Por ser una persona tan importante, la Comisión Directiva decidió homenajearlo este sábado 10/06 con una cena show desde las 21hs.

Oscar Alberto Benegas, conocido por todos como “Cacho” trabaja en el mantenimiento de club desde junio de 1990. Conoce a varias generaciones de niños y niñas que lo aprecian. Esta semana, obtuvo su jubilación en las oficinas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

Recuerda con facilidad el primer día y fin de semana de trabajo “cuando ingresé el presidente era el Ing. Mira, yo hacía trabajos de mantenimiento de forma privada antes de entrar al club, y me recomendaron para estar a cargo del mantenimiento y Mario Dini que era integrante de la Comisión Directiva dijo que sí. Al día siguiente estaba acá, eso fue un jueves”.

Y los desafíos no demoraron en llegar, ese mismo fin de semana se disputó un torneo de Tenis que lo puso a prueba de inmediato; “Tuve que aprender rápido. Los tenistas siempre me ayudaron con las canchas, pero el que más me enseño fue Charly Orloff, que fue profe muchos años. Siempre aportando ideas”.

Entre las diferentes tareas que realizó, además de mantener en condiciones las seis canchas de tenis, y las de bocha en su momento, Cacho fue guardavidas “cinco años hice ese trabajo. Mi turno arrancaba temprano limpiando la pileta y terminaba cuando le ponía los productos a la noche”.

Cacho es muy querido y respetado por los socios, “en todos estos años de trabajo, jamás discutí con un socio por algún problema. Eso algo quiere decir. Siempre que alguno hacía un asado o comida en el quincho me invitaba, porque casi no volvía a casa al mediodía. Siempre fueron respetuosos conmigo”.

Con clara evidencia de emoción y algunas tímidas lagrimas cayendo de sus ojos reconoce que “en estos más de 30 años pasaron muchos chicos por acá que hoy son profesionales, muchos me saludan por la calle, por ahí hay algunos que no reconozco, pero si se acuerdan de mí y lo hacen con cariño es bueno, me hace sentir muy bien”.

Entre sus recuerdos aparecen momentos en que tenía que suspender a algunos chicos por determinada falta grave que cometieran “todavía se acuerdan de cuando los suspendía por algunos días y no contaban nada en sus casas, les decían a los papás que no querían venir al club y era porque estaban suspendidos por 3 o 5 días”.

En un tramo de la charla, destaca que trabajó con varios presidentes, y que cada uno dejó algo positivo, algunos más que otros, “acá vivimos muchos cambios y siempre nos adaptamos con los equipos de trabajo”.

En este sentido, Cacho estuvo preparando el legado a sus compañeros de trabajo, esperando que llegue el momento de disfrutar aún más de su familia, «a mis compañeros de equipo les transmití todo lo que se necesita para hacer de la mejor manera este trabajo. Con respeto y sacrificio. El OTC me dio la oportunidad de tener trabajo, le di mucho de mi vida y el club también me dio un montón de cosas buenas”.